miércoles, 12 de diciembre de 2012

Hay que soñar, Léolo


'Éste era el domador de versos. El domador se pasaba las noches hurgando en todas las basuras del mundo. Sólo le interesaban las cartas y las fotos. Llevaba cada sonrisa, cada mirada, cada frase de amor, o cada separación, como si se tratara de su propia historia. El domador cree que las imágenes y las palabras deben mezclarse en las cenizas de los versos para renacer en la imaginación de los hombres. 'Hay que soñar, Léolo. Hay que soñar''.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Mea culpa