sábado, 19 de enero de 2013

Hasta los huevos



  La cola del paro. Caras lánguidas, la prórroga del sueño. El descuento de los hombre dormidos que caminan porque sí, cogen el Metro porque sí, se ponen uno tras otro porque sí. 

  Todo apesta. El hedor de la falsa bonanza. La efímera tranquilidad del progreso. El futuro pintarrajeado con sus lápices tramposos. Los cimientos de barro del estado de derecho que los hombres de traje y corbata mastican para luego escupírnoslos a la cara.

  Pero aquí estamos, robados de nosotros mismos, en la cola de la caja del Mercadona otra vez. Producto de la inercia en cadena, con estos míseros 500€ del subsidio, deposito mis compritas del bienestar en la cinta. Que si leche que ya no es de vaca, que si patatas que nunca salieron de la tierra, que si un postre barato que finge tener clase. 

  Detrás de mí, la siguiente alma en ristre con su ristra de ajos. La cajera, que 'hasta dónde llega su compra, caballero'. El destino es juguetón y perverso. 'Hasta los huevos, compañera. Hasta los huevos'.

jueves, 17 de enero de 2013

'Tira los dados'


Si vas a intentarlo
ve hasta el final
de lo contrario no empieces siquiera
Tal vez suponga perder novias
esposas, familia, trabajo
y quizá la cabeza.

Ve hasta el final
Tal vez suponga no comer durante
tres o cuatro días
Tal vez suponga helarte
en el banco de un parque
Tal vez suponga la cárcel
Tal vez suponga mofas.
desdén, aislamiento

El aislamiento es el premio
Todo lo demás es para poner
a prueba tu resistencia,
tus auténticas ganas de hacerlo.
Y lo harás.

martes, 15 de enero de 2013

Ambigüedad semiótica


a) Bailar mal porque tu culo se ha pegado a la pared.
b) Un tío sorprendido con un gran calcetín en el pene que agita las manos mientras grita: '¡Lo puedo explicar!'

Foto: Metro de Madrid, 2011

domingo, 13 de enero de 2013

Lugares comunes

La lucidez es un don y es un castigo. Está todo en la palabra: lúcido viene de Lucifer, el Arcángel rebelde, el Demonio… Pero también se llama Lucifer el Lucero del Alba, la primera estrella, la más brillante, la última en apagarse… Lúcido viene de Lucifer y de Lucifer viene Lux, de Ferous, que quiere decir ‘el que tiene luz, el que genera luz que permite la visión interior’… El bien y el mal, todo junto. La lucidez es dolor, y el único placer que uno puede conocer, lo único que se parecerá remotamente a la alegría, será el placer de ser consciente de la propia lucidez… [...]

El lúcido puede seguir viviendo mientras conserve el instinto de la especie, el impulso vital. Es muy posible que con los años esa fuerza instintiva y oscura se pierda. Es necesario entonces apelar a algo parecido a la fe. Hay que inventarse un motivo, una meta que nos permita reemplazar el impulso animal que se ha perdido por una voluntad fríamente racional. Pero esa voluntad es un motor muy difícil de mantener. De repente y sin motivo, se va, se apaga, desaparece.

Es entonces cuando se sigue o no se sigue, se puede o no se puede. Y si no se puede, no hay culpa. No importa el amor de los otros, ni el amor que uno siente por ellos. Si uno no sigue, todo sigue sin uno y sigue igual. Todo pasa, la ausencia pasa. Se conoce a la muerte antes de morir: es un final antiguo, rutinario y común. Es un final deseado que se espera sin temor, porque uno lo ha vivido muchas veces. Todo da igual.

'Lugares comunes', de Adolfo Aristarain.

miércoles, 2 de enero de 2013