Aquella silueta ramplona apareció de la nada con cara de 'Nunca más me chuflo estas setas alucinógenas'. Su mirada robótica resultaba amenazante, como hipnotizada o poseída por el mismísimo Lucifer.
Saldrían de las tinieblas en el momento oportuno, correría la sangre. Daos prisa, viajeros imprudentes. Que no os cace la noche....
Saldrían de las tinieblas en el momento oportuno, correría la sangre. Daos prisa, viajeros imprudentes. Que no os cace la noche....
(Riópar, 2010)
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