(La segunda parte de este maravilloso corto, aquí)
El cazador de sonrisas me hizo llorar una noche de vinos que nunca probé y de historias que jamás comenzaron. El cazador de sonrisas secuestró la mía en aquel mismo salón donde buscaba heroínas de papel mientras la vida pretendía hilvanar versos que no cupieran en un poema.
Hoy vuelve a mi memoria este personaje, hoy que me muevo entre el amor de la gente que me quiere y la indiferencia de las personas que derrumban a pedradas mis cuentos de espuma.
No se rindan ustedes, cazadores de sonrisas. No se rindan.
El cazador de sonrisas me hizo llorar una noche de vinos que nunca probé y de historias que jamás comenzaron. El cazador de sonrisas secuestró la mía en aquel mismo salón donde buscaba heroínas de papel mientras la vida pretendía hilvanar versos que no cupieran en un poema.
Hoy vuelve a mi memoria este personaje, hoy que me muevo entre el amor de la gente que me quiere y la indiferencia de las personas que derrumban a pedradas mis cuentos de espuma.
No se rindan ustedes, cazadores de sonrisas. No se rindan.
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