domingo, 28 de octubre de 2012
sábado, 27 de octubre de 2012
miércoles, 24 de octubre de 2012
La princesa, ciega a porros
La infanta Disney se queda sin el blanquico de los ojos de tanto darle al canuto el último finde. El príncipe Harry, indignado porque 'lo pillamos a pachas y no vi ni ésta'.
Lavapiés, Escaparate de la tienda 'Choni Hogar'. Madrid 2012.
martes, 23 de octubre de 2012
jueves, 18 de octubre de 2012
Embriáguense
Hay que
estar ebrio siempre.
Todo reside en eso: ésta es la única cuestión.
Para no sentir el horrible peso del Tiempo
que nos rompe las espaldas y nos hace inclinar hacia la tierra,
Todo reside en eso: ésta es la única cuestión.
Para no sentir el horrible peso del Tiempo
que nos rompe las espaldas y nos hace inclinar hacia la tierra,
hay que embriagarse sin descanso.
Pero, ¿de qué? De vino, de poesía o de virtud, como mejor les parezca.
Pero, ¿de qué? De vino, de poesía o de virtud, como mejor les parezca.
Pero embriáguense.
Y si a veces,
Y si a veces,
sobre las gradas de un palacio,
sobre la verde hierba de
una zanja,
en la soledad huraña de su cuarto,
la ebriedad ya atenuada o
desaparecida ustedes se despiertan,
pregunten al viento, a la ola, a la
estrella, al pájaro, al reloj, a todo lo que huye,
a todo lo que gime, a
todo lo que rueda, a todo lo que canta, a todo lo que habla,
pregúntenle qué hora es;
Y el viento, la ola, la estrella, el pájaro, el
reloj, contestarán:
“¡Es hora de embriagarse!
Para no ser los esclavos martirizados del Tiempo,
¡embriáguense, embriáguense sin cesar!
De vino, de poesía o de virtud, como mejor les parezca.
“¡Es hora de embriagarse!
Para no ser los esclavos martirizados del Tiempo,
¡embriáguense, embriáguense sin cesar!
De vino, de poesía o de virtud, como mejor les parezca.
Charles Baudelaire
jueves, 11 de octubre de 2012
viernes, 5 de octubre de 2012
Impacto catódico
Un día quedo con Olga para intercambiar sueños, secretos y anhelos a la luz de las velas, que es como la gente que se quiere confiesa sus sueños, secretos y anhelos, y otro me la cruzo en los pasillos de la tele. Nos saludamos rápido y con amor, como si nos acabáramos de ver o nos hubiéramos despertado juntos. Nos abrazamos entre todo ese trajín que hay en las teles, también en las locales, y el gesto pasa discreto entre la gente.
Yo acabo de terminar mi sección, ella va a hacer la suya. Lleva un vestido azul, pero la noticia no es el azul, es el vestido. Lo son también sus nervios: no todos los días se entrevista a un poeta. Creo que no me he despedido de ella, ya está en plató. La estoy viendo en los monitores de realización, guapísima, cambiando los nervios por palabras y sonrisas. Ésa es mi niña.
Horas después se emite el programa. Primero sale mi bloque, después el suyo. Y ahí nos tienen: dos tercios del programa de hoy lo hacen los conquistadores de la presa de Tibi, primero el uno, luego el otro. Entonces caigo en la cuenta: nadie de los que nos está viendo lo sabe. Nadie sabe que esos dos colaboradores de televisión, que no se han cruzado en pantalla, suelen intercambiar sueños, secretos y anhelos a la luz de las velas.
miércoles, 3 de octubre de 2012
Naming
El nombre de éste, 'Churrería':
Hay que ir al grano. Sin rodeos ni alardes de diseño, joder. Malditos publicistas sacacuartos.
Barrio de San Blas. Alicante 2011.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)