lunes, 21 de abril de 2014

Se hace camino al viajar



  Por fin he podido pasearme por el blog de una de las nenicas que más quiero en este mundo, Olga Ortega, y de su pareja y compi de andanzas, Carlos Pascual, al que adoro desde el primer día que vi. Después de leerles a través de su recién estrenada web, 'Se hace camino al viajar', estoy más enamorado de ellos todavía.

  Un buen día, Carlos y Olga decidieron convertir esta etapa de su vida en un viaje permanente, en lugar de esperar a que su culo se apolillara en una misma ciudad ejerciendo un mismo trabajo y respirando los mismos estímulos a diario, como hacemos la mayoría.

  Hace un año eligieron Londres como primer destino sin tener ni puta idea de inglés, así que imaginaros qué clase de trabajos tuvieron, acostumbrados a vivir en unos entornos laborales que les apasionaban, siempre relacionados con proyectos socioculturales.

  Hay que ser muy valiente como para dejar algo así, sobre todo por la proyección que tenían en sus carreras profesionales donde estaban (y están) muy valorados, y donde se les pide que dejen esta locura y vuelvan, porque les esperan con los brazos abiertos.

  Hay que estar muy loco, hay que tenerlo muy claro, hay que ser muy inconsciente, hay que ser absolutamente maravilloso para dejar algo así e irse a comer mierda sólo por la aventura de vivir, las ganas de aprender, el afán de superarse y la necesidad de crecer. Un brindis por los que dan ese giro a su vida y se niegan a caer en la trampa del sedentarismo disfrazado de seguridad, que tanto nos limita como seres humanos.

  Pero la historia no acaba aquí, qué va. Como no han tenido suficiente pasándolas putas en la gran urbe, otro día inspirado se les ocurrió una idea mejor: hacer  'wwoofing'. ¿Y qué es eso? Pues ellos te lo explican muy bien en su blog, pero ya os puedo adelantar que es una red de voluntariado en granjas de todo el mundo que intercambia mano de obra por comida y alojamiento. 

  ¿Y qué sabían del trabajo en el campo estos angelicos? Pues lo mismo que sabían de inglés: ni puta idea. Pero ahí los tienes, dos urbanitas currándoselo de granja en granja, aprendiendo, disfrutando, conociendo a gente con valores diferentes, y lo que es más importante: dejando a la vida sin un halo de vida.

  Esta experiencia extraordinaria la cuentan periódicamente en su blog, donde también nos explican al detalle qué es el wwoofing, cómo inscribirse, cuánto cuesta, facilitan links... Un diseño sencillo y claro, unos textos cortitos que rebosan verdad, color, alegría, vida, y amor. Con fotos, información útil para todo aquel que quiera emularles, e incluso se han atrevido con la edición de vídeo, pa' qué más.

  No os perdáis a estos superhéroes de la vida real, son encantadores. Os dejo su dirección y sus lugares en Face y Twitter:

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